viernes, 15 de julio de 2011

Versos sobre la Ceiba de San Francisco

Fragmento de
¡A la Sombra de la Ceiba”

de Julio Garmendia

La vida apenas es un breve momento,
y yo, con ser Ceiba, soy perecedera.
Hago testamento:
el día que muera
¡ le dejo a la tierra toda mi madera
y todas mis flores






Versos tremendistas de
Miguel Otero Silva
1942

Reposo en la Ceiba de San Francisco
Bien sé que todavía no te has muerto,
pero ya la agonía de tus ramas
la anuncia un arbolista tan experto
como el doctor Oramas,
y opina que tus bases de cemento
la causa son de tu fallecimiento.


Mas yo impugno el botánico argumento
que dan esos fonólogos ladinos:
lo que te mana a ti no es cemento,
lo que te mata a ti son los vecinos.

……

Casi un siglo vivir junto al Congreso
oyendo tantas vainas sin moverte,
no hay piedra ni árbol que resista eso:
más noble es el regazo de la muerte.
……
Por eso yo rechazo el argumento
que dan los arbolistas bizantinos:
lo que te mata a ti no es el cemento,
lo que te mata a ti son los vecinos

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