sábado, 16 de junio de 2012

La Avenida de los 37 millones

Rostro de la Ciudad

En el Terreno sin construir que se ubica entre el Teatro Hollywood y el Edificio
del Banco Francés, existió durante veinte años el Edificio del Cuerpo de Bomberos
demolido el pasado año ( 1956)
Para darle paso a la Av de las Fuerzas Armadas.




 
“Con la llegada del año 1957, la ciudad de Caracas se ha estrenado la flamante y moderna Avenida que ha sido bautizada con el nombre de las Fuerzas Armadas y que atraviesa de Norte a Sur, desde la esquina de San Luís en la Parroquia de San José, hasta la Roca Tarpeya en la Parroquia Santa Rosalía. Es la Avenida más costosa en proporción a su extensión de cuantas se han construído en la metrópoli, por razón de los edificios y casas que fueron adquiridos por la Gobernación del Distrito Federal con esa sola finalidad. Una estimación hecha en la oportunidad que se dió a conocer el proyecto indica que el costo llegaría a los 37 millones de bolívares. Durante más de un año, en los números reservados de la cuenta del Ilustre Concejo Municipal, se registraba no menos de diez contratos de compra de inmuebles destinados a la construcción de la Avenida Norte-Sur 7.


Entre los datos más curiosos que se pueden mencionar en relación con la construcción de esta nueva Avenida, es que las esquinas tan famosas como la de Socorro, La Romualda, Socarrás, La Hoyada, Tejar, Rosario, Los Isleños etc.., quedaron borradas de la antigua nomenclatura.


Esta perspectiva de la Avenida de las Fuerzas Armadas,
permite otear la ciudad en dirección Norte-Sur, desde
la esquina de Socorro hasta la Roca Tarpeya
que puede verse al fondo. Allí empalma con
El Portachuelo y éste a su vez con la Avenida
Nueva Granada.

A estas esquinas, habría que añadir la Plaza López, que fue un punto de referencia de la Caracas Antañona. Ahora, en tránsito raudo por la Avenida de las Fuerzas Armadas, nadie sería capaz de identificar esas esquinas. Y por ello, es frecuente la pregunta: -¿Qué esquina era esta?



La verdad es que la única esquina identificable, es la de Corazón de Jesús, por que allí quedó la Iglesia de ese nombre, aunque recortada en su fachada principal.”

Nuevo Puente Sucre en toda su extensión, al sufrir un
colapso la armazón de cabillas y el relleno de cemento y ceder las bases
el 13 de noviembre de 1956, se registró allí la tragedía en la que perdieron la vida
ocho obreros y resultaron heridos más de cuarenta trabajadores.
Por su elevación actual, las aguas crecidas del rio Guaire, no
podrán anegarlo como ocurrió en el año de 1892 en el pasado siglo,
y  en 1949 en el presente.

Fuente: Publicación transcrita por Caracas en Retrospectiva
“Revista Elite” octubre 1957



viernes, 15 de junio de 2012

El Club Florida

Club Florida
Fuente Viejas Fotos Actuales

Sabemos que entre 1928 y 1932 comienzan las urbanizaciones La Florida, Las Delicias, Country Club, Campo Alegre, Los Palos Grandes y Sebucán a desarrollarse en manos muchas de ellas del Arq. Carlos Raúl Villanueva, encontramos en su biografía que una de sus primeras obras proyectada en el país es curiosamente un anteproyecto para la Casa-Club de la Urbanización La Florida (1929), propiedad de su futuro suegro.

Es en la década de los 30 cuando los Clubes, la hípica y los paseos nutren la vida social de los caraqueños, el “Club Florida” tenía aparte de sus extraordinarios jardines al pie del Ávila, una inmensa piscina, razón por la cual se realizaron campeonatos de natación a lo largo de su existencia. Con el tiempo el club dio paso al Instituto Escuela y posteriormente el terreno lo adquirieron los padres capuchinos, orden que erigió en ese lugar la monumental iglesia de la Chiquinquirá y el colegio San Antonio.


La Revista Elite de 1933, reseña: “ La mañana del pasado domingo 2 de julio se celebró en el Club Florida de esta capital un espléndido festival infantil a beneficio de la Cruz Roja Venezolana. Numerosísima concurrencia asistió al simpático acto, invadiendo todas las dependencias del hermoso local que ocupa el club avileño.” vemos las dos imagenes del evento.




Jardines del Club Florida, a principios del siglo XX.

Agregada por Diego Baptista al grupo "CARACAS en retrospectiva II"

Fuente: libro de la Fundación Diego Cisneros. 1925


Tarde de baile en el Club


Mañanas dominicales y concurso de baile

Fuentes: Biografía de Villanueva
Revista Elite , julio 1933 

lunes, 11 de junio de 2012

Esquina de Crucecita

Crucecita

Parroquia San José.



La Esquina de CruCeCita era una hondanada, por pasar por allì la quebrada del Teñidero, asi que este nombre no debe referirse a la cruz que debió marcar el sitio donde fue instalada una Catedral Provisional por el Obispo Don Narciso Coll y Prat en 1812, debido a la destrucción ocasionada por el terremoto del 26 de marzo de 1812. Tampoco paso por allí ningún camino real, a cuya salida s...e hubiese plantado una cruz, como era acostumbrado, y menos aún parece provenir del nombre de los tiempos del Obispo Diez Madroñero, pues la esquina toma forma sólo poco antes de 1874, siendo el de ese año el primer plano que la muestra, aún sin nombre. El Plano de 1875 la llama de la Cruz, asi como los subsiguientes, hasta que el de 1897, en que aparece la cruceSita. El plano de 1919 es el primero que corrige en la CruceCita .

Funete: Rafael Valey
La Moneclatura Caraqueña / 1978

domingo, 10 de junio de 2012

Urbanización "Campo Alegre"

Fue en a inicios del siglo XX cuando comenzó a desarrollarse el concepto de urbanización, El Paraíso fue la primera zona de expansión de la ciudad, la casa-quinta desarrolla una tipología de la vivienda aislada con jardín, es allí donde la ciudad y su arquitectura comienzan a tomar otro aspecto y por primera vez se desprenden de la añeja conformación de derivación colonial.

Entre 1929 y 1934 comienzan a desplegarse La Florida y Campo Alegre, ambas diseñadas por el Arq. M Mujica.

Se lee en un folleto de propaganda de la Urbanización Campo Alegre, 1933, “El resultado está a la vista. Para aquel que guste gozar del encanto de la vida del campo a dos pasos de la ciudad, con todas sus ventajas, pero sin ninguno de sus inconvenientes, “Campo Alegre” es ideal. La naturaleza allí ha sido pródiga. Agua pura y abundante, clima incomparable y tierra fértil han hecho de esta región al pié del Avila majestuoso, el mejor de los temperamento, según es fama desde tiempos de la colonia, cuando se llamaba estancia de “pan Sembrar”.

Con el ensanche de la carretera del Este y su creciente tráfico de automóviles, tranvías y autobuses, “Campo Alegre” queda escasamente a diez minutos de la Plaza Bolívar y su rápido desarrollo en plena crisis ha venido a demostrar una vez más que los bienes raíces constituyen en toda época la mejor inversión.”

En la Revista “Elite” 1933 encontramos un artículo llamado Residencias Señoriales” que nos muestra una bellísima quinta acompañada de la siguiente nota sobre la Urbanización Campo Alegre:

Bellísima quinta de la señora doña Clara Francia de Uztáriz, situada en la moderna Urbanización
Campo Alegre, cuyo progreso en menos de un año, da la nota más elegante de las urbanizaciones
caraqueñas
Una costumbre señorial que ha adquirido ya carta de naturaleza, en el alto mundo social de todas las grandes ciudades, es la de fijar su residencia en los aledaños capitalinos, instalándose confortablemente con todas las comodidades de las modernas poblaciones dentro del marco poético y sano de los bellos paisajes, de los pulcros jardines, del aire libre y de la luz solar directa.

En Caracas, la Urbanización Campo Alegre, ha sido proyectada, trazada y ejecutada con tan alto sentido estético y tan escrupuloso tecnicismo que en el corto período de un año, en pleno desarrollo todavía, muestra ya líneas perfectas y las bases sólidas de un aristocrático y placido lugar cruzado por amplias y pulidas avenidas, rodeada de preciosas quintas, espléndidamente iluminadas por artísticos postes eléctricos de conducción subterránea de cables, con abundancia de agua pura, y sistema de comunicaciones y automóviles.

En uno de nuestros paseos por tan atractivo sitio, no pudimos resistir la tentación de tomar la fotografía cuyo grabado adorna esta página. Es una muestra magnífica del cachet distinguido, de supremo gusto, que preside las construcciones que constantemente se están alzando allí.

“Elite” atenta siempre a cuanto redunde en progreso y belleza de nuestra capital, trae gustoso a sus páginas esta esplendorosa manifestación de adelanto.”




Fuente: Caracas a través de su Arquitectura/ Gasparini-Posani
Revista Elite 1933 enero 07 Hemeroteca Nacional

De Buena Vista a Cuartel Viejo

EL NACIONAL - Domingo 10 de Junio de 2012 Caracas/4

Caracas

De Buena Vista a Cuartel Viejo
Andar por detrás del poder

Caminamos cuatro cuadras por arriba de Miraflores, una trama urbana llena de altos contrastes, que no parecen haberse beneficiado mucho del centralismo

JUANCHO PINTO

Detrás de este muro, lleno de estampas nacionales que ameritan un retoque, está el cuartel de la Guardia de Honor Presidencial

Esta casa de principios del siglo XX, entre las esquinas de Pineda y Cuartel Viejo, pide a gritos una restauración

La esquina Buena Vista es un lugar desdibujado, una encrucijada sin ángulos donde coinciden la garita noroeste del cuartel de la Guardia de Honor Presidencial, un atajo a la avenida Sucre y algunas casas, todavía señoriales, de Altagracia y La Pastora. A pesar de que ya no tiene nada de esquina, los vecinos aún conservan su nombre como punto de referencia y, quizás, como una manera de mantener un hilo de tradición en una calle un poco vapuleada por las transformaciones urbanas que le impuso el poder desde los años cincuenta.

Situada en la parte posterior del Palacio Blanco, y separada de él por muros y rejas, parece un olvidado callejón en su trastienda, pero es un área con una impresionante textura urbana en el que confluyen varias calles que bajan desde La Pastora y crean un interesante conjunto donde se aprecian diferentes muestras de la arquitectura tradicional de la ciudad. Ya que es ciega al tránsito automotor, un buen trecho de ella (entre las esquinas de Buena Vista y Paraíso) bien pudiera ser transformado en bulevar o zona peatonal, para quitarle ese sabor de calle sin salida que tiene ahora, porque para los peatones es una buena alternativa de enlace con la avenida Sucre. Sin embargo, las fachadas pomposas de los edificios de poder miran todas hacia el sur, hacia las grandes avenidas, y lo que ofrecen a la avenida Oeste 3 es desconexión y un descolorido mural con motivos patrios y estampas de varias regiones del país, incluida Caracas.

En esta calle, catalogada como "zona de seguridad" (lo que impone condiciones y restricciones) se aprecian tres bruscos saltos de la trama urbana en el trayecto. El primero, detrás del cuartel, es áspero y de un movimiento estrictamente vecinal. Luego, detrás del palacio, crece el movimiento de gente y al menos las rejas permiten asomarse con discreción a los jardines. Por último, entre las esquinas Pineda a Cuartel Viejo, donde no hay "detrás" y se confrontan las fachadas, aumenta el flujo de gente, y la ciudad vuelve a tener un aire de normalidad.

En esos bruscos saltos, en esa diferencia de escalas (grandes edificaciones gubernamentales, altas torres residenciales y pequeños solares), lo que da armonía y talante al lugar son esas casas solariegas de principios del siglo XX, algunas con peculiaridades que no es fácil encontrar en otros puntos de la ciudad. Es lamentable que la mayoría de ellas estén deterioradas. Sorprende que ese valor patrimonial tan cercano al poder no haya sido objeto de una inversión pública que permita rescatar ese excelente contexto que tiene el palacio de gobierno a sus espaldas.


Fuente : El Nacional
10 de junio de 2012



viernes, 1 de junio de 2012

Caracas Antes y Después



ANTES


"Las esquinas de Caracas encierran la más elocuente tradición de la ciudad. Sus nombres, los episodios que han sido testigos, ese discurrir de la vida que se han ido eslabonando a través del tiempo, expresan por si solos amables añoranzas que el ornato modernista y el mismo cambio de la momenclatura ciudadana tratan en vano de hacerlas desaparecer totalmente. Aquí vemos la esquina de Muñoz en todo el centro de la urbe, esquina que hace muchos años, sobre todo en días laborables ha experimentado el trajín de los peatonesy el bullicio de los vehículos. El trazo de calle comprendido entre esta esquina y la no menos familiar de Padre Sierra, presentaba una que otra vieja construcción de tejas y una sola planta junto a edificios de varios pisos como testimonio de la transformación urbana que se opera violenta o inexorablemente, pese al disgusto de no pocos caraqueños, amantes entrañables de su querida patria chica.






DESPUES:

Si en verdad el aspecto de la tradicional esquina de Muñoz no ha cambiado de manera radical en el transcurso de unos cuantos años, como se puede ver en las fotos, si se puede observar alguna transformación debido principalmente a la demolición de las dos viejas casas delanteras, para contribuir a la suficiente amplitud  de la avenida "Rafael María Baralt" inaugurada y abierta recientemente en dirección norte-sur de la ciudad. Ahora el movimiento de peatones y vehículos es más intenso por esta esquina  puesto que ella sirve de enlace o desembocadura hacía la moderna arteria urbana. Pero así, remozada y en cierto modo mutilada, la esquina de Muñoz seguirá siendo para Caracas una página viva de la historia que arranca desde aquellos lejanos orígenes cuando Diego de Losada echó sus cimientos indestructibles en el feraz y primaveral valle de Catuchecuai o de San Francisco. " 


Fuente:
Revista Elite - Octubre 1962
Por Cesar Humberto Soto. 

EL AHORA: 


 

Hotel Flora de Filippo Gagliardi

EL FLORA


Historia triste de un hotel alegre:

No sólo hay gente que nace y muere violentamente: también hay edificios. En la Alta Florida, esquina de Avenida Ávila, un edificio de dos pisos, una terraza y un sótano, es un ejemplo. Los choferes de taxi que tienen su paradero en estas esquinas, tienen que hacer con eso. En un barrio residencial, habilitado por doctores con jardines y con dinero, el edificio Flora es una excepción. Desaparecieron las puertas y los vidrios de las ventanas, pero aumentaron sus habitantes. A comienzo de este año eran 5 las familias y en estos días ya suman 13. Un pasado polémico, siempre comentando a media voz, ha quedado de lado. Pero si antes El Flora, era tema prohibido para menores, ahora es una residencia de la miseria.

Desde 1947, cuando La Florida fue urbanizada, el edificio ahora en ruinas ha vivido tres etapas. Las tres le han quebrado la cabeza a los burgueses vecinos. Gagliardi, su constructor, se lo vendió en 700 mil bolívares a Luís Felliciani. El Flora empezó a ser nombrado a media voz cuando su dueño instaló allí un Cabaret, los amantes de la charanga podían pasar sus automóviles hacía el corralón del interior. La orquesta que tocaba las piezas de moda hasta las 5 de la mañana estaba en el sótano. Para los desprevenidos transeúntes, ese discreto edificio era simplemente el Hotel Flora, pero los vecinos que oían la música y las risas todas las noches y veían partir los carros cuando el sol ya estaba bien alto, no se tragaban esa historia. La Familia Aranguren llevaba la embestida de la lucha para que ese negocio en pleno barrio residencial fuera clausurado, y en 1955 la queja fue oída. El Hotel Flora fue clausurado. Los músicos salieron con sus instrumentos y no volvieron nunca más, pero el edificio estaba allí y se había hecho famoso. El dueño del edificio visitaba organismos oficiales, pero pasó bastante tiempo antes de que el hotel recuperara, limitado, su permiso. Otro italiano de apellido Agostini, pasó a ser el administrador. Pagaba 8 mil bolívares de arrendamiento, aunque el hotel tenía únicamente 12 habitaciones. Su dueño lo alquilaba cobrando 4 mil por el hotel y 4 mil por el terreno. Agostini amanecía atendiendo el hotel, recibiendo 30 Bs por cada habitación y vigilando que sus ayudantes subieran pronto los whiskies y cubalibres pedidas por el teléfono interior, en ese trajín pasaron 3 años. Los vecinos a todo esto, no se conformaban. Volvieron a la carga y vencieron. El 26 de octubre de 1959 las puertas del Hotel Flora con su historia galante lo volvieron a cerrar. Y a partir de entonces comenzó a vivir su tercera etapa, la de su desgracia. Llegó una lluvia que se llevó 5 ranchos en el barrio Chapellín, 5 familias acudieron a la Jefatura Civil del Recreo, Enrique Aranguren, el Jefe Civil, se tomó la cabeza con las dos manos ¡ Caray! ¡ dónde puedo meterlos a ustedes? “se acordó el polémico Hotel Flora”.

El Hotel Flora ya no volverá a abrir sus puertas. Sus dueños lo saben. Por eso tienen el proyecto de construir un edificio de varios pisos. La C.A. Centro Simón Bolívar se menciona como una de las interesadas. Pero la historia “gloriosa” del Flora pasó. El Banco Nacional de Descuento lo tiene hipotecado en 400 mi bolívares. Héctor La Torre y su compañero Bellini, que en 1953 eran camareros del Flora, ahora son prósperos copropietarios de un hotel que ha ganado la fama del Flora y se llama Boleíta. Agostini que fue su último administrador, olvida el dinero que dejó de ganar, atendiendo el hotel Río Azul. La historia vuelve a repetirse pero la el Hotel Flora ya no es lo mismo.

Fuente: Hemeroteca Nacional
Revista Elite
Octubre 1962